Tevisto tu bienestar
Mi historia
Hace un año…
Hace un año había muchas cosas en mi vida que consideraba que podían funcionar mucho mejor, y eso me suponía un gran desgaste emocional. En realidad no era consciente que todos llevamos una mochila a lo largo de nuestra existencia que vamos cargando poco a poco sin saber que no cabe todo y que no estamos preparados para llevar un peso ilimitado.
No me di cuenta. Aparecieron los mareos, la tensión alta, taquicardias, las encías inflamadas, los dolores musculares, la sequedad en los ojos, una fuerte infección en la piel que no respondía a los antibióticos…, un proceso de estrés, dijeron los especialistas después de numerosas pruebas. Decidí meterlo también en mi mochila, soy positiva y alegre, me dije, y yo puedo… pero mi cuerpo dijo basta y todo empezó a volverse negro, no había un día en que me cuerpo no se resintiera y que mi mente descansara.
Y en pleno proceso, y después de una revisión rutinaria llegó, ironías de la vida, el 19 de octubre de 2017, Día Internacional del Cáncer de Mama. La ginecóloga de la Unidad de Mama del hospital Quirón de Málaga, Paula Chamocho, hizo acopio de toda su sensibilidad al darme los resultados de la biopsia, era cáncer.
De pronto todo desapareció: los mareos, los dolores musculares…y me quedé sola con él. Es curioso, de repente fui consciente de que, a lo mejor, lo que había vivido hasta ese momento formaba parte de un aprendizaje que culminaba precisamente con el diagnóstico de una enfermedad que me iba a llevar a decidir lo que debía ser realmente importante en mi vida.
Salió el sol. Cerré el primer capítulo de mi existencia encontrando la paz, sin rencor a lo vivido, agradecida por el aprendizaje y llena de fuerza para afrontar lo que quedaba por venir. Abrí el segundo capítulo…
Ya han pasado 10 meses desde la primera operación…
Ya han pasado 10 meses desde la primera operación y, después de continuas visitas a médicos e infinidad de pruebas, me siento bien. En realidad soy una privilegiada por haber encontrado una oportunidad en una enfermedad que no siempre da segundas oportunidades. Soy más fuerte, he aprendido a quererme y he encontrado el bienestar y la serenidad suficiente para calibrar la importancia de las cosas en su justa medida y, sobre todo, he conocido a profesionales con una humanidad infinita y un corazón inmenso, personas solidarias que dedican su tiempo a que el tuyo merezca la pena.
Precisamente esas personas que me han acompañado estos meses y de los que tanto he aprendido me han hecho reflexionar y pensar que, quizás, yo también puedo aportar algo para hacer más llevadero el camino de aquellas personas que se encuentran en mi misma situación.
Mi nombre es Raquel Alguacil Garrido, estudie diseño de moda, estilismo de moda y asesoría de imagen personal y, tras varios años trabajando en distintas empresas de diseño de moda en Barcelona y Málaga y viajar por distintos países, fundé en el año 2005 Tevisto, una empresa especializada en asesoría de imagen personal, personal shopper y formación en moda.
Lo cierto es que nunca había desarrollado mi labor profesional en el ámbito de la salud y, precisamente, cuando estaba recibiendo las sesiones de radioterapia en el Hospital Xanit de El Limonar en Málaga, a cuyo equipo quiero agradecer de una forma especial su simpatía y profesionalidad, me otorgaron la medalla de oro de la asociación española de asesores de imagen de la mano del diseñador de Alta Costura Petro Valverde. Paralelamente, en la feria de belleza de Andalucía en Granada me ofrecieron impartir una ponencia sobre Oncoestética y un mes más tarde, ofrecí una charla sobre asesoría del color en Asamma (Asociación de Mujeres Operadas de Cáncer de Mama).
Me llamó la atención el hecho de que varias pacientes oncológicas me pidieran consejo sobre aquellos productos cosméticos más idóneos para utilizar antes, durante y después de los tratamientos. En ese momento fui consciente de lo vulnerables que somos cuando nos enfrentamos a lo desconocido, cuando te dan el diagnóstico de una enfermedad de la que has escuchado hablar y de la que desconoces sus consecuencias.
Vivirlo en primera persona me ha ayudado a detectar las carencias que muchas tenemos en una situación completamente nueva, me ha animado a investigar, formarme y recopilar información para intentar dar soluciones a partir de mi experiencia profesional en el ámbito de la asesoría de imagen personal y la moda.
Cuidar tu imagen también contribuye a mejorar tu salud
Así nace ONCOBELLEZA…
Así nace ONCOBELLEZA, un proyecto super ilusionante que tiene como objetivo dar respuesta a las necesidades de muchos a la hora de asesorarse en materias tan diversas como el cuidado de la piel, la moda o la estética antes, durante y después de los tratamientos oncológicos o para prevenir la enfermedad.
En el fondo se trata de sentirnos bellas, vitales o serenas y de transmitirlo no solo a través de nuestra actitud sino, por ejemplo, a través del color, que es capaz de transformar las emociones, o de la utilización de aquellas prendas que más nos favorecen y nos hacen sentir mejor.
Seguramente muchas personas que me conocen se estén enterando al leer estas líneas de mi historia porque he querido vivirla con normalidad y naturalidad, y hoy lo cuento en estas líneas porque desearía que mi experiencia ayudara a otros a superar obstáculos y convertirlos en oportunidades.
No quisiera finalizar sin un agradecimiento a aquellas personas que me he conocido de manera muy especial estos últimos meses, como a los miembros de Asamma, la Asociación de mujeres operadas de cáncer de mama, que realizan una extraordinaria labor de forma altruista y solidaria con todas aquellas mujeres que pasan por esta experiencia. Parte de los beneficios de esta web será para ellas.
Y de manera muy muy especial al oncólogo José Antonio Ortega Domínguez, Jefe de Oncología del hospital Quirón de Málaga, cuyas sonrisas, anécdotas y consejos han sido fundamentales durante todo este proceso. Su humanidad, fuerza y energía desde la primera cita me han dado la vida! Porque sin él este proyecto, que ahora es el proyecto de mi vida, no hubiera existido.
Estoy a vuestra disposición.